Hoy quiero dedicarles un
poco mis líneas a esas personas que no viven con VIH. Quiero que sepan
que existimos, que nuestro diagnóstico no nos define y que no es mortal, solo
es una nueva condición de vida.
Quiero que sepan que tenemos
los mismos sueños, las mismas ganas, pero por alguna razón nuestra vida se
tornó diferente, que en este trayecto de vida solo vamos a agregar unos
cuidados menores adicionales. Sin embargo eso no significa que nuestra vida sea
peor, ni más difícil o complicada, sino todo lo contrario, comenzamos a valorar
más las cosas bonitas que nos tiene el universo. Habrá momentos en que debemos
enfrentar diferentes situaciones; Situaciones que si la sociedad se informara
un poco más no tendríamos porqué atravesar.
Hay cosas que ni los médicos
ni la sociedad científica nos pueden advertir, ni contar. Hay un lado B del
diagnóstico: los miedos, la sociedad, el sexo, la vida cotidiana en sí.
Es muy común que cuando decidimos
contar nuestra condición de vida, a nuestros familiares y amigos lo primero que
ocurre son sus lágrimas. Una situación bastante particular, porque somos
nosotros quienes tenemos el virus y vamos a vivir con la condición, quienes en
ese momento de informarlo necesitamos consuelo, un abrazo, una mirada
afectuosa. Pero generalmente nos sucede lo contrario… debemos además
enfrentarnos al deber de consolar a la persona a quien le estamos contando,
al juicio o lo que es peor al rechazo. Claro está que si no lo contamos
no nos enfrentamos a estos momentos tan duros.
Es entendible que cuando se
lo cuentas a familiares y amigos rompan en llanto, pero hoy te pido que sea al
revés, que si alguien te cuenta que vive con VIH colócale el hombro si esta
persona esta triste y deja que llore, que descargue su dolor. No nos hace
sentir bien que llores tú, es como si nos estuvieran velando en vida. Si no
sabes bien de que se trata, por favor antes de rechazar infórmate, acompáñalo
al médico, pregúntale que sabe de la condición, como se trata, sácate las dudas.
No tienes idea de todos los
miedos, las preguntas, las dudas a la que nos enfrentamos cuando nos dan el
diagnostico. No tienes idea lo difícil que es… es duro, durísimo… se te viene
el mundo encima (solo por unas semanas o meses). No te pido que te pongas en
nuestro lugar, porque no podrías entenderlo. Pero al menos no nos hagas
más difícil la situación o el momento.
No necesitamos tus
cuestionamientos, y mucho menos tú presunciones acerca de cómo lo adquirimos,
con quien, donde…. Las habladurías de si fue por promiscuidad, homosexualidad,
puteria, si fue porque fuiste infiel o porque te fueron infiel estos prejuicios
sólo alimentan el morbo de una sociedad enferma.
No necesitamos tu juicio de
valores y moralidad. Porque sabes qué?? Nada absolutamente nada de lo que digas
o inventes en ese momento puede dar marcha atrás, el virus ya lo adquirimos,
y tus comentarios desafortunados sólo nos hacen más difícil la vida, sino
todo lo contrario es momento de que tanto tu como la persona que te lo está
contando comiencen a buscar información de cómo afrontar la nueva condición de
vida.
Si alguien te dice que vive
con VIH, ya no importa donde, con quien o como se infectó… importa el ahora,
importa cómo estamos, importa que estas, que escuches que aprendas, sobre todo
que APRENDAS… porque muchas a veces quienes hablan de nuestra condición
criticándonos, juzgándonos se creen inmunes. Y déjame decirte algo… el VIH en
la mayoría de los casos llego por tener sexo sin protección… por lo tanto
no te consideres inmune, a cualquiera le puede pasar. APOYA, INVESTIGA, LEE,
MOTIVA y sobre todo SONRIE….
Saludos Mike