martes, 30 de junio de 2015

LA VERDADERA VENTANA DEL ALMA SON NUESTRAS PARTES INTIMAS

Desde hace algún tiempo he estado pensando en cual realmente es la ventana del alma. Como tengo ojos claros, siempre el dicho “Los ojos son la ventana del alma” me parecía romántico y halagador. Perfecto! Eso querría decir que mi alma sería muy bonita… pues hay más que solo un color, una expresión o una forma...

Es verdad que nos enamoramos por los ojos, pero también por los oídos, por el gusto, el tacto y hasta el olor… Mucha información entra por nuestros sentidos y hasta sale al poder plasmar en nuestro mundo los pensamientos que nacen en nuestra mente.  Pero ¿Que parte de nuestro cuerpo es tan íntima y que conecta tan directamente lo que somos por dentro con lo que viene de afuera?... ¿Que parte de nosotros literal y evidentemente se abre y permite que entre, que se cree un contacto tangible y directo entre lo que constituimos como cuerpo-alma y el mundo exterior? El culo, el Culo de un Hombre Gay!

Los genitales son lugares en los cuales el cuerpo permite que entre algo tangible (y por tangible quiero decir algo que puedes medir, que tiene forma, que puedes tocar, oler, analizar su color y tener un efecto) algo que proviene del mundo exterior sin encontrarse con la oposición de una protección natural como lo tienen la boca o los oídos que finalmente son vías de entrada selladas que perciben lo exterior más no lo reciben o dejan entrar directamente sin un proceso previo. Es claro que por la boca entran los nutrientes y alimentos que consumimos día a día pero para ello el cuerpo cuenta con las poderosas substancias que naturalmente y sin ningún esfuerzo el cuerpo mismo posee para utilizar o desechar algo que le es perjudicial o benéfico para si mismo. Claro que por una ventana nada entra, todo se percibe, bien podríamos decir entonces que no es una ventana sino que es una puerta, una puerta al alma y al cuerpo…

“Una foto no hiere más que una bala ni un pene menos que una canción”.
En ninguna parte del cuerpo somos tan vulnerables y sensibles como cuando estamos acostados boca arriba con las piernas apuntando al cielo. Cuando somos el objeto de alguien que nos domina y nos posee, es ahí cuando nuestra humanidad espiritual y corpórea se encuentra a su disposición, cuando más indefensos estamos. 

Es además nuestro patio trasero la vía de acceso más directa a nuestro cuerpo interior con menos vigilantes.  Cuando permitimos que alguien entre ahí, no solo nos está dando una buena dosis de placer sino que está entrando en nuestras vidas. Si, léanme bien, una buena clavada no es solo eso, una buena clavada no es solo un hombre dándonos placer sino es otro cuerpo entrando en nuestros desayunos, nuestras noches de insomnio, en nuestros proyectos y planes, en nuestros sueños a corto y largo plazo, en nuestras alegrías o futuras tristezas, en nuestras sonrisas y lágrimas. Él está entrando, en nuestra alma…

Bien dicen que cuando tenemos relaciones sexuales con una persona creamos un vínculo que dura siete años. En realidad no dura siete años. El vínculo con quien intimas puede durar hasta la muerte. Puede marcarte, cambiarte, vulnerarte tanto que cada uno de los días de tu vida tendrás que recordar que una noche tiene consecuencias en todos y cada uno de tus Lunes y Martes hasta que llegues a abuelito.

Cada vez que alguien te esté penetrando mira su abdomen, su pecho, su cara y piensa “está entrando en mi alma”. Tal vez así puedas ver mejor si vale la pena dejarlo entrar.

¿Que es un condón? ¿Me siento tan valiente porque una telita de “plástico” me aísla de combinarme con millones de células que amenazan con invadirme? Creemos que cuando usamos un condón estamos vestidos de Superman. Claro está que es una medida de protección necesaria. Pero como dijo mi amigo Aquiles: "Dios no está dando oportunidades todos los días y tampoco las dan en promoción".  

La invitación no solo para ustedes, sino también para mi, es a pensar antes de aceptar una invitación en si realmente vale la pena permitir a una persona desconocida o que poco conozco entrar en mi vida y en mi alma y que tenga la oportunidad de reestructurarla por completo, o si por el contrario prefiero mantener mi integridad vital y compartirla con un ser escogido que me pueda proveer y ayudar a construir más felicidad que lo que un encuentro casual pueda fugazmente intentar

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho todo lo que dice en tu post. Estoy completamente de acuerdo contigo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Ánimo que yo ya casi lo he superado, suele durar unos 6 años y ya llevo 5 y medio

    ResponderEliminar
  3. Completamente de acuerdo con lo que dices.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Siendo las 02:12 AM hay algo que me genera duda mientras conciliaba el sueño. Y es el vínculo que describes. En algunos casos hay lazos que son fáciles de quebrar y generan un olvido rápido, y otras que recuerdas como tu primera vez o el romance de sueño y fantasía, que son los sentimientos? Daños colaterales?

    ResponderEliminar